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Moraira

Moraira, antaño un pequeño pueblo de pescadores, es hoy por hoy un centro turístico cosmopolita lleno de encanto. Sus pintorescas calles y plazas invitan a pasear y disfrutar del entorno, también en invierno, gracias al clima bondadoso de la zona. Además de la amplia oferta de ocio y actividades, Moraira también cuenta con una serie de bares y terrazas acogedores y más de 70 restaurantes.

En su término podemos encontrar importantes vestigios históricos, como la Torre de Vigía (1553) y El Castillo (1742), que protegía la ciudad de los ataques de piratas en el pasado y que hoy en día sirve de decorado de excepción para las muchas fiestas locales. Moraira también cuenta con un moderno puerto deportivo que goza una ubicación privilegiada, protegida por las rocas de Cap Blanc y Punta de Moraira, y que sigue siendo también puerto de pescadores.

La costa alterna acantilados rocosos con bonitas calas de arena donde la profundidad va bajando poco a poco. Las playas de Moraira han sido galardonadas con la Bandera Azul por sus aguas limpias y cristalinas. La playa más grande, L’Ampolla, cerca del centro del pueblo, está situada a los pies del castillo. Cuenta con un puesto de vigilancia, un restaurante y una zona de parking. Otra playa muy recomendable es la cala de arena de El Portet, con su pequeño paseo marítimo y algunos restaurantes y terrazas. Es la playa más protegida de la zona donde podrá disfrutar del sol y del mar a lo largo de todo el año, incluso en invierno. La pequeña playa llamada Platgetes es de arena fina y L’Andragó es una tranquila cala rocosa. En los alrededores de Moraira encontrará otras muchas playas de arena.

Moraira también es el lugar indicado para disfrutar de unas vacaciones activas. Se pueden alquilar barcos y/o motos acuáticas, para navegar, bucear o pescar. Para los amantes del golf la zona cuenta con unos excelentes campos de golf, incluido en la propia Moraira.

Cada viernes hay un mercado al aire libre, donde podrá comprar e.o. ropa, zapatos, bolsos, recuerdos, cerámica, pescado, fruta y verdura frescas.

El interior de Moraira se caracteriza por un paisaje variado de tierras de cultivo llanas, amplios huertos con árboles frutales y colinas boscosas. Las impresionantes cadenas montañosas crean unos paisajes idílicos. En primavera no hay que perderse el espectáculo de los almendros en flor.

Clima ideal
Detrás de la costa se encuentran unas cadenas montañosas de formas irregulares que protegen la zona de los vientos provenientes del interior del país. Gracias a ello la Costa Blanca goza de un clima agradable a lo largo de todo el año. En invierno la temperatura no suele bajar de los 15 grados diurnos y no es inusual que el termómetro alcance los 20 grados en Navidades. En verano las mismas montañas protegen la zona del calor. La temperatura en verano no suele pasar de los 30 grados. Llueve poco y la región cuenta con una media de 320 días de sol al año.

Es un clima muy sano. Por eso no es de extrañar que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiende la Costa Blanca para las personas con problemas de las vías respiratorias, como el asma, y enfermedades de la piel. Las amplias franjas de pinares y los lagos salados contribuyen a este entorno saludable.